Las Cruzadas, en el cómic
Dos temas relacionados con el Medievo destacan en el mundo de la viñeta: el primero, de clara inspiración literaria, es todo aquello relacionado con el ciclo artúrico, mientras que el segundo, mucho más mundano, gira en torno a la figura del caballero y su actividad principal, que no es otra que la guerra.
«Orare, agricolari-laborare, pugnare» eran las actividades propias de los distintos estamentos medievales; y, cuando de luchar se trataba, clero y nobleza iban de la mano. La mejor prueba de ello son las Cruzadas, en las que el mismísimo papa convocaba a los caballeros de la cristiandad latina para que liberaran los Santos Lugares en poder del islam.
El noveno arte se ha acercado en multitud de ocasiones a la que es la gesta guerrera más significativa del Medievo; merece la pena analizar este tema para comprender la interpretación que desde el presente se hace de este episodio crucial del pasado.
UN CLÁSICO DEL TEBEO ESPAÑOL
Probablemente, uno de los personajes más conocidos del tebeo patrio es el capitán Trueno, creado en 1956 por el guionista Víctor Mora y el dibujante Ambrós. En su primera aventura, titulada A sangre y fuego (1956) [1], se nos presenta al héroe y a sus inseparables compañeros Goliat y Crispín, que se encuentran en Tierra Santa combatiendo en la Tercera Cruzada o Cruzada de los Reyes (1188-1192), durante el sitio de San Juan de Acre (1189-1191).
El tebeo se inicia antes de la batalla definitiva y en él vemos cómo el mismísimo Ricardo Corazón de León (Ricardo I
