LA LEGIÓN DESDE SU ORIGEN HASTA LA ACTUALIDAD
POR REAL DECRETO DE 28 DE ENERO DE 1920, CON JOSÉ VILLALBA COMO MINISTRO DE GUERRA, ALFONSO XIII PERMITIÓ LA CREACIÓN DE UNA UNIDAD MILITAR, QUE HOY LLAMARÍAMOS DE ÉLITE, PARA COMBATIR EN PRIMERA LÍNEA. El alistamiento quedó abierto a españoles y extranjeros sin mayores exigencias que ser sanos, fuertes y aptos para empuñar las armas, ofreciendo, a cambio, la posibilidad de hacer carrera militar en el seno de la nueva formación.
Así, se convertía en realidad un proyecto basado en la Legión Extranjera Francesa, presentado por el teniente coronel de infantería José Millán Astray, militar de prestigio que unía a su formación militar la experiencia forjada en Filipinas al mando de nativos tagalos, y en África, donde dirigió Fuerzas Regulares. El Tercio quedó organizado con una Plana Mayor de Mando y Administrativa y 4 banderas –unidades tipo batallón–, cada una con una Plana Mayor, dos compañías de fusiles y una de ametralladoras.
El 20 de septiembre de 1920, por eso se considera la fecha del nacimiento de la unidad, se alistó el primer legionario. Tenía treinta años y era natural de Ceuta. Encontraría la muerte después del desembarco de Alhucemas, durante la ocupación de Monte Malmusi. Había alcanzado el grado de brigada por méritos de guerra.
Desde el primer momento, el Tercio de Extranjeros, luego Tercio de Marruecos, Tercio y, finalmente, en 1937, la Legión, adquirió su manera peculiar de aludir a las glorias de la infantería española, al otorgar el título de caballero a todos los legionarios y promover el Credo Legionario, un código de conducta específico, dictado directamente por Millán Astray. También se eligió un modelo de uniforme, diferente al del resto del ejército, que fuera "práctico, cómodo, vistoso y económico".
Como prenda de cabeza, se optó por un gorro –conocido coloquialmente como "chapiri", un diminutivo del galicismo chaperot– inspirado en los de cuartel, por la teresiana y por el chambergo que utilizaba la caballería. La guerrera era de color caqui verdoso, con cuello vuelto y bolsillos. La camisa verde caqui con "cuellos de deporte" –fue de los legionarios la iniciativa, aceptada por todos, de sacar por fuera de la guerrera el cuello de la camisa para solucionar así los problemas de comodidad y limpieza–. El pantalón de forma breeche, con polainas de vendas, del mismo color que la guerrera. Los zapatos de color avellana de dos tipos: uno para campo y otro para cuartel o campamento. El correaje, morral, bolsa de costado, etc., de los modelos utilizados por la infantería –al no conseguirse, se compraron en Gibraltar correajes británicos tipo Mills, excedentes de la Primera Guerra Mundial–. De prenda de abrigo, se les dio un capote-manta.
