LA CURA QUE TODOS QUIEREN CONSEGUIR
Contamos con un amplio abanico de opciones para tratar de derrotar al SARS-CoV-2. Entre los más de 160 candidatos vacunales que existen, los que se encuentran en una fase más avanzada de desarrollo son los que utilizan únicamente una parte del virus. Lo bueno es que, en teoría, son más fáciles de obtener, por lo que el proceso es más rápido. La otra cara de la moneda es que en este tipo de vacunas al sistema inmune se le enseña solo una parte del agente patógeno, por lo que existe el riesgo de que confiera una inmunidad parcial. Es justo lo contrario de lo que ocurre con las vacunas basadas en el virus inactivado: en general, tardan más en llegar, pero lo hacen con un efecto más potente.
Una opción intermedia es la que maneja el virólogo español Mariano Esteban, en su laboratorio del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), en Madrid. Como otros muchos grupos de investigación en todo el mundo, su equipo se ha centrado en la proteína S, el principal talón de Aquiles del coronavirus. Eso sí, con un matiz importante: como vehículo transportador utiliza un poxvirus, concretamente una variante de la vacuna que se usó para erradicar la viruela.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos