JANA PÉREZ La conocimos en
Yo decido hasta dónde quiero llegar y cómo», se dijo a sí misma Jana Pérez (Barcelona, 1986) justo antes de que se encendiera el foco y gritaran «¡acción!». Sus diferentes proyectos interpretativos le han hecho recorrer el planeta: Grecia, India,Turquía, Nueva York, Los Ángeles… Lejos queda el anuncio de Häagen-Dazs que protagonizó junto a Bradley Cooper en serie de ciencia ficción basada en la novela de John Marrs que será el próximo bombazo de la plataforma. «Trata del amor, de la atracción entre las personas y de toda su pasión. Sobre encontrar a tu pareja perfecta a través de una prueba de ADN. Suena algo futurista, pero nunca se sabe…», explica. El gran poder de Netflix para impulsar hacia al pódium a sus actores no parece preocuparle por ahora. «Cuando llegue el momento aflorarán los nervios y las emociones. Pero todo es momentáneo, cuando estás de estreno es un subidón de adrenalina que hay que ir gestionando porque poco a poco va bajando». Justo es ese vaivén entre producciones españolas e internacionales lo que ha caracterizado su ecléctica trayectoria. Muchos la conocen por la serie donde encarnaba a la segunda esposa de Sito Miñanco. «Camila Reyes me dio mucha seguridad para seguir interpretando. Me encanta dar vida a mujeres fuertes para demostrar que no existe el sexo débil, sino que tan solo hemos crecido en un mundo injusto donde la mujer ha sido cohibida por el simple hecho de serlo», dice la catalana. Precisamente es esa fortaleza la que anima a mujeres del sector a denunciar situaciones injustas a través del movimiento #MeToo. «Hemos conseguido que nos respeten como merecemos, como mujeres, pero ante todo como profesionales. Es muy duro ver cómo hay personas con poder capaces de manipular a la mujer –o a cualquier persona– despreciándola y haciéndola sentir que ‘el talento se obtiene por lo que se ofrece’», relata. Ella misma vivió una situación incómoda con un director que intentó sobrepasarse. Un hándicap más al que se unen retos como el idioma o la alta exigencia que le han hecho plantearse tirar la toalla en varias ocasiones. «Hay gente muy preparada que sabe interpretar, bailar, tiene una gran voz y toca algún instrumento. Como dice Paquitas Salas, la actriz 360. Es una profesión muy difícil y hay que armarse de paciencia». Jana, que se define como una persona «extrovertida, ambiciosa, sencilla, familiar y aventurera», no se deja afectar por la exposición mediática que supone el ascenso de la fama. «Me gusta que me reconozcan porque me han visto en algo, eso me halaga, pero intento no obsesionarme. Suelo ser yo misma tanto en mi casa como en una alfombra roja», afirma. Mientras, entre rodaje y rodaje, la meditación o las artes marciales ocupan sus favoritos. «Me encantaría hacer algún personaje de acción, tipo Charlize Theron en Cuando vivía en Londres tenía un entrenador personal especializado en y defensa personal.Aunque últimamente estoy haciendo más yoga, que me ayuda a desconectar y calmar mis ansiedades», explica. Una inquietud ocasionada por la incertidumbre que invade al séptimo arte y que la ha acompañado desde sus comienzos. «De aquí a diez años me encantaría ser madre, es algo que siempre he deseado pero nunca sé cuando es el momento perfecto, y en esta profesión menos todavía», confiesa. Un safari por África, dormir en el desierto, tocar el Polo Norte o probar suerte en el teatro. Para Jana Pérez es imposible decantarse por una sola meta. Porque como ella dice: «Hay que vivir para poder contarlo».
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