AN ENGLISH MAN IN NEW YORK
cambiara al mundo por completo. Nueva York en febrero siempre ha sido benévolo conmigo: un frío que se tolera con un buen abrigo y unos botines, se puede caminar en la calle y disfrutar del espectro de luces que los rascacielos te regalan. El desfile fue en un galerón en la 47, Midtown un sitio enorme que poco a poco se fue llenando de gente entre quienes estaban Jeanine y Lisane Basquiat, personas clave en esta colección. La pasarela fue inspirada en el artista neoyorquino, Jean-Michel Basquiat pero cuyas raíces haitianas y puertorriqueñas siempre marcaron su obra. Para Vevers era sencillo, ráfagas de colores primarios, cuero, algodones y . Comodidad, un discurso sobre el lujo relajado y moderno con toques de una nostalgia adaptada a nuestros días: los modelos masculinos desfilaron con aretes, que lejos de escandalosamente romper con algún prejuicio, se veían naturalmente bien. The Coathangers tocaron en vivo, y Debbie Harry prendió el lugar demostrando que el rock (ni Blondie) morirían jamás, y además cerró la propuesta de Coach y
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