¿Y ahora qué? A cuidarse con distancia

PROBAR UNA CREMA, arreglarte la barba, ir al dermatólogo o al gimnasio (cuando abran) manteniendo la distancia puede convertirse en un verdadero dilema. Pero, ¿quién ha dicho que estar siempre así de espléndido iba a ser fácil?

MÁS MASCARILLAS Y MENOS COMIDA

Aunque en las redes sociales vemos millones de gente comiendo pasteles, muchos también hemos aprovechado el confinamiento para cuidarnos más que nunca y probar nuevos productos. Según una, por ejemplo, han subido ante la imposibilidad de disfrutar de otras experiencias. La gente se aburre más en casa y busca experiencias parecidas a las que podría disfrutar fuera, y la cosmética ha sido -sin duda- una de ellas. Además, la situación nos proporcionó un tiempo que antes no teníamos para cuidarnos más”. Conclusión: el confinamiento nos ha enseñado a perder el miedo, a comprar cosméticos y a valorar la importancia de una buena rutina de cuidados en casa hasta convertir, así, nuestro baño en un auténtico “grooming-club”.