PAPÁ SOLTERO
Por primera vez, Mauricio Ochmann posa con sus dos hijas para nuestra cámara. Definitivamente, la más entusiasmada de realizar esta sesión es la más pequeña de la familia: Kailani, quien a sus dos años de edad está feliz por probarse y cambiarse las diferentes prendas que llevamos para ella. Por su parte, Lorenza de 16, ayuda a su hermana menor, juega con ella y la hace reír.
Lorenza y Kailani son polos opuestos. Cada una ha heredado diferentes rasgos de la personalidad de Mauricio; por un lado, la mayor de las Ochmann es prudente, madura e independiente. Mientras que por el otro, la chiquita tiene mucha energía y es muy observadora.
Una imagen dice más que mil palabras y en esta sesión fuimos testigos de la estrecha relación que el actor tiene con ambas. Al verlas, Mauricio no puede esconder el orgullo y profundo amor que siente por ellas. “Se me cae la baba”, nos comenta el intérprete al inicio de nuestra conversación.
BUSCAR PARA ENCONTRARSE
Él nació en Washington D.C., creció con sus padres adoptivos, María y Guillermo Sánchez, pero al poco tiempo se separaron y se mudó a México. Después, su mamá se volvió a casar, con Thomas Ochmann.
Con una infancia llena de claroscuros, Mauricio vivió procesos que no son fáciles para un niño. Pasó su niñez entre Jurica y Granja, Celaya. Donde aprendió a montar a caballo, estar cerca de otros animales, andar en bicicleta, entre otras actividades capmiranas. Debido a las condiciones de ambos lugares,
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