LA VIDA BOHEMIA AIRE FRESCO EN EL CORAZÓN DE EUROPA
El viejo continente está lleno de pasados gloriosos. Tal vez demasiados. Teniendo como vecinas a algunas de las naciones más egocéntricas del planeta, no es de extrañar que los encantos checos hayan pasado desapercibidos. Los azares históricos hicieron de República Checa una eterna promesa. Mejor así. El mismo destino que privó a Praga de las glorias imperiales, preservó en el tiempo los secretos del lugar. Después de siglos de guardar para sí castillos de arena, bosques encantados y campiñas de cuento, Chequia nos invita a gozar de la verdadera vida bohemia.
Atrás quedaron los días en los que Europa era un fractal interminable de principados, condados y ducados de encanto medieval. Tras verse absorbidos por imperios obsesionados con el tamaño de sus fronteras durante centurias, estos viejos reinos terminaron de perder su trono al verse atravesados por una cortina de hierro. A pesar de ser el centro de Europa, el comunismo arrastró a la República Checa hacia el este del continente. Un estigma que
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