Cambiemos la historia OLA DE CORAJE
No corras, no grites, no discutas; quédate en tu sitio, baja la cabeza y enseña las manos, cariño». Es una de las primeras enseñanzas que muchos afroamericanos en Estados Unidos transmiten a sus hijos para advertirles de cómo comportarse cuando se den de bruces con el ese que lleva colgada en la solapa una placa de y al que no hay que dejar de temer a medida que creces. Porque, si eres negro y pobre -o lo pareces-, resides en un barrio marginal de una gran ciudad o en un pueblito aparentemente encantador de Georgia o Carolina del Sur, salir a correr por la noche o llevar una sudadera con la capucha puesta significa, literalmente, jugarse el tipo con quienes velan por la ley y el orden. De hecho, según la National Association for the Advancement of Coloured People (NAACP), la mayoría de los fallecidos por brutalidad policial son afroamericanos menores de 30 años. Amadou Diallo (1999), Oscar Grant
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