Entre los grandes
NUESTRAS GUÍAS para adentrarnos en el mundo Pega-so han sido fundamentalmente dos: la primera, la llamada “biblia Pegaso”, el libro en dos volúmenes Los automóviles Pegaso y sus protagonistas, escrito por Carlos Mosquera y Enrique Coma-Cros (2005). Y más importante aún ha sido la ayuda de Michael Kempf, principal especialista de Pegaso a cuyo acogedor taller-laboratorio de Mataró acuden clientes de todo el planeta para restaurar y poner a punto sus Z-102.
Nuestro amigo Michael es un apasionado de Pegaso y, como casi todas las grandes cosas en la vida, su relación con la marca española comenzó por casualidad. Su padre era mecánico de Volkswagen y Porsche en Karlsruhe, y en 1973 se trasladó a Mataró y abrió un taller. A Michael le compraron su primer mono de mecánico a los 11 años, y así ya podía presumir los meses de verano en el taller de su familia. A los 15 años inició una formación de cinco años en mecanización y tratamiento de materiales, que posteriormente convalidó con la especialidad de automoción.
Cuando tenía 25 o 26 años un buen día apareció por el taller un señor mayor con un Seat Ibiza 1.5 “System Porsche” y comenzaron a hablar. El hombre le dijo que también era mecánico y que había trabajado en la Enasa en Barcelona. “¿Con los camiones?”, preguntó Michael. “No, con los coches”. Corría el año 1994 o 1995. Aquel señor era Jaume Grimau, jefe de taller del proyecto Z-102. Así comenzaron una buena relación, y con el tiempo el veterano mecánico
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos