UNA CHISPA BRILANTE
SI PUEDES RECORDAR LOS AÑOS SESENTA del siglo pasado, realmente no estabas allí, o eso dicen. Pero Mini no puede, ni lo hará, olvidar esos años. ¿Cómo puede, cuando toda la marca se construye sobre la imagen del original Austin Seven Mini? El Austin, y su gemelo el Morris Mini-Minor, se lanzaron en 1959, y a lo largo de los años sesenta llegó a encarnar la inclinación por el estilo de esa década y la ruptura de las barreras de clase. En perfecta sintonía con la explosión de la cultura pop, el descarado Mini es tan simbólico de esa década como Berlanga, Simon And Garfunkel y los aterrizajes en la Luna.
Eso fue entonces, esto es ahora, y un Austin Seven de 1960 está aparcado en una calle de West Kensington, acurrucado en un espacio de estacionamiento frente a su último equivalente moderno, del cual se engancha un cable de carga. La especie Mini está comenzando un nuevo capítulo, haciendo como Dylan en 1965 y volviéndose eléctrico. ¿El Mini Electric se ha aferrado a su esencia Mini? ¿Es aún más
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