El paraíso ES NEVADO
Cuando marzo se estrenaba, tuve la fortuna de tener una última escapada antes de comenzar la famosa contingencia con tintes de ciencia ficción. Whistler Blackcomb, en Columbia Británica, Canadá, fue el destino a explorar y el inicio de un idilio con la montaña a la que espero regresar. De manera muy amateurpude deslizarme por algunas de las pendientes de la imponente cumbre que se nos presentaba coronada de nieve, contrastando con el azul inmenso del cielo. “Un día perfecto”, dijeron los locales en repetidas ocasiones. Y así fue. Tras una jornada blanca llena de pequeños triunfos, que sabían a gloria Olímpica, una cena en el destacado fue la añorada recompensa; en su cocina contemporánea se reinventan los sabores más tradicionales de Italia bajo la supervisión del chef James Walt y empleo exclusivo de ingredientes locales. ¡Una cita verdaderamente imperdible!
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