VILLANAS LEGENDARIAS
LA MALA MÁS BUENA
La determinación, disciplina y talento de Diana Bracho son las herramientas que le han permitido sobresalir en la actuación por años.
Viene de una familia tradicionalmente artística: su papá fue el director Julio Bracho mientras que su madre, Diana Bordes, era bailarina. Estudió Filosofía y Letras, pero siempre tuvo claro que su pasión era actuar. “Mi padre me hizo sentir una persona independiente y que no por ser mujer era inferior, por eso tenía que estudiar y prepararme… aunque él no quería que fuera actriz”, nos confiesa la intérprete.
Fue el productor Carlos Sotomayor quien descubrió su fuerza escénica para interpretar a su primera villana, Evangelina Vizcaíno, en Cadenas de amargura (1991). “Ese proyecto fue un regalo de la vida. Carlos me dijo: ‘¿Oye, no te importa ser la antagónica de la historia?, creo en ti’ porque existía el prejuicio de que las protagonistas eran las bonitas; leí la historia y no lo pensé ni un segundo”, platica.
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