LAVADO DE CEREBRO 2.0
egún publicaba en noviembre , la filtración al ICIJ «consta, además, de cuatro boletines de junio de 2017 clasificados como secretos dirigidos a los responsables, un sistema de recopilación de datos que se utiliza, como demuestran por primera vez estos documentos, para identificar a sospechosos e internarlos en los campos al menos desde comienzos de 2017». Para Beijing, la zona de Xinjiang es un lugar clave en su campaña –afirman– por la «estabilidad» y «contra el terrorismo». Pero hasta ahora no hay indicios de que dicha etnia se vincule al islamismo radical. Según la ONU, a pesar de ello cerca de un millón de personas –el 9% de la población uigur de Xinjiang– están encerradas en estos campos. El entrenamiento ideológico obliga a los uigures –que hablan una lengua túrquica parecida al uzbeko– a aprender el idioma oficial del país, el mandarín, e introducirlo en su día a día. Un boletín explica que el personal de los campos debe «resolver con eficacia las contradicciones ideológicas de los estudiantes y alejarles de las malas emociones, empezando por la vida diaria, la salud, la etiqueta y las buenas maneras, reforzando el control y los hábitos y cultivando la civilización, la cortesía y la obediencia». En los recintos está prohibido, incluso, utilizar el saludo en árabe .
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