LECCIONES DE AMOR Sra. y Sr. Smith
En 1980, siendo apenas una niña, Jada Koren Pinkett dejó Baltimore para mudarse con su familia a Los Ángeles, lo hizo sabiendo que quizá no tendría acceso a una carrera universitaria o a un buen empleo, y que en su vida necesitaría esforzarse para alcanzar su sueño de ser actriz y cantante como su ídolo: Whitney Houston. Pero a diferencia de la intérprete de “Someone For Me”, Jada tuvo que dejar la preparatoria, vender drogas para mantenerse y sobrevivir a una madre adicta a la heroína. Esta historia fue confirmada por su propia progenitora, Adrienne Banfield-Jones, quien la reveló en el programa para Facebook, que conduce junto con Jada y su nieta Willow Smith. Para finales de los 80, la se hermanó con “Pac”, un joven tan apasionado como desorientado, que conoció en la escuela. Con el tiempo, su amigo demostraría virtudes excepcionales para el rap con tono social, pero como tenía demasiada calle, también fue conocido en los barrios angelinos como un temido pandillero. Se trataba del mítico Tupac Shakur (asesinado en 1996), quien empujaba a Pinkett a no ceder ante la dura realidad e imponerse a ésta: “Pac era como un prisma, tenía muchas caras y todas ellas conformaban al mismo hombre; habrá quien te diga que fue un delincuente, otros te dirán que era un genio de la música, pero yo solo puedo decirte que era una persona hermosa que siempre me protegió. Muchos insinúan que hubo algo más, pero la verdad es que no, nunca hubo química entre nosotros, solo un profundo respeto y admiración mutua”, declaró la también escritora infantil en una entrevista para .
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos