EL ÚLTIMO ROMÁNTICO DE LA LIGA MX
En el que debía ser uno de los días más felices de su vida, un joven futbolista lloraba desconsolado en un rincón del estadio Azul, el mismo sábado soleado de su debut como jugador de primera división.
Lo reconfortaban las figuras celestes del momento como César Delgado y Óscar Pérez.
Julio César Domínguez era aquel novato que hoy es referencia de los cementeros. Ese 29 de abril de 2006 salió como titular ante Pachuca y completó los 90 minutos. Sobresalió por el temple mostrado. Lució por su técnica en la cancha. No parecía que era un chico inexperto de 18 años.
Aunque todo lo hizo bien, lloró al final del partido por una enorme razón.
“Desde niño fui cruzazulino, crecí queriendo estos colores, siguiendo sus partidos, gracias a.
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