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IRENE DE ATENAS El primer emperador mujer de Bizancio

LA HISTORIA DE IRENE EMPIEZA CON SU LLEGADA A CONSTANTINOPLA PARA CONVERTIRSE EN LA ESPOSA DEL HEREDERO AL TRONO DE BIZANCIO. De su vida anterior, poco se sabe, ni tan siquiera la fecha exacta de su nacimiento. Irene provenía de la Hélade, de una familia de Atenas. También se desconoce la razón que llevó al entonces emperador Constantino V a buscar una esposa para su hijo en aquellas tierras. La familia de Irene era conocida como Sarandapequis, nombre que significaba algo así como “cuarenta codos” y que podría haber sido un mote impuesto a algún miembro de su familia demasiado alto y que habría terminado siendo asimilado por toda su estirpe. De sus padres se desconocen los nombres y tampoco se sabe si tuvo algún hermano. La falta de datos de su familia indicaría que, a pesar de pertenecer a la aristocracia, Irene no provenía de una familia demasiado elevada. La importancia de haber escogido a una familia ateniense radicaría en la necesidad de estrechar lazos con aquella región lejana del imperio que escapaba al rígido control de Constantinopla en un intento de consolidar la política expansiva del imperio y alejar aquella zona de una posible influencia de Roma.

Las etapas de su viaje hasta llegar a Constantinopla sí quedaron bien reflejadas en los documentos de la época. A finales de octubre de 769 subió a un barco que navegó por los Dardanelos y recaló en el palacio de Hiereia, en el mar de Mármara donde permaneció unos días hasta que volvió a embarcar para navegar por el Bósforo. El último tramo lo realizó a pie, rodeada de un amplio séquito y un rico despliegue de música y colorido.

La joven Irene debió quedar deslumbrada por la pompa imperial y conmocionada por la vida que le esperaba en palacio. Una vida en la que el protocolo y los ritos eran tan importantes como las decisiones políticas. Durante los siguientes días, las damas de la corte enseñaron a Irene las costumbre y ceremonias más importantes y la prepararon para su primer encuentro público con su futuro esposo.

León, conocido como por el origen de su madre, una princesa jázara, tenía entonces diecinueve años, por lo que es probable que Irene tuviera entre catorce y quince. A pesar de que ambos dieron su consentimiento, es más

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