¡Ya llegaste!
Cuando sumas la gasolina, los vuelos, el hospedaje –y todo lo demás– un viaje puede parecer un gasto enorme. (Sabemos, lo sufrimos también). Pero es momento de verlo como una inversión para recorrer el mundo.
Así como muchas de tus clases fitness o como ir de compras, las experiencias de exploración ofrecen cambios profundos que duran mucho tiempo más después del viaje. Eso es en parte gracias a una poderosa emoción llamada asombro, que viene a los humanos cuando nos inspiramos por algo más grande que nosotros: amaneceres rojos, vistas de película, arte antiguo. La sensación te deja con la mente abierta y sintiendo más generosa, más conectada y sociable con otros, y más humilde y calmada, de acuerdo a la ciencia. (En serio, hay estudios que lo confirman.)
El asombro puede ser encontrado donde sea. Y mientras tú hallas la felicidad en un platillo, alguien más la puede encontrar en lo más alto de una montaña. Otros más verán el asombro en las paredes de una ciudad antigua, y muchos otros al tomar
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