T Magazine SPAIN

VIVIR PARA TRABAJAR

EN LA DÉCADA DE LOS 50, la pequeña ciudad de Ivrea, que se encuentra a una hora en tren de la ciudad de Turín, se convirtió en el espacio para desarrollar un experimento improvisado sobre la vida y el trabajo. Olivetti, un prestigioso diseñador y fabricante de máquinas de escribir y de contabilidad, decidió mantener económicamente a sus empleados cuando se jubilasen. Además de poder asistir a clases en una escuela de ventas y comercio en las instalaciones de la compañía, o de ver cómo los descansos para el almuerzo se llenaban con discursos o actuaciones de distinguidos visitantes (actores, músicos, poetas), los trabajadores recibirían también una provechosa pensión el día de su jubilación. Se alojaban en las modernas casas y apartamentos que Olivetti había construido, y para los niños había un servicio de guardería gratuito. Las mujeres embarazadas, por su parte, disfrutaban de una baja por maternidad de diez meses. Julio era el mes de las vacaciones, de manera que los trabajadores que tuviesen una casa en las zonas rurales cercanas pudieran ocuparse de sus pequeñas granjas; era muy importante para la empresa que los trabajadores no sintieran la brecha entre la ciudad y el campo. Se contrataron los mejores arquitectos modernistas italianos para diseñar siguiendo dicho estilo: las fábricas, cantinas, oficinas y áreas de estudio eran palacios espaciosos con muros cortina, cubiertas planas de hormigón y baldosas de cerámica vidriada. Aquello estaba llamado a ser un referente para la nación, y para el mundo.

Todo fue iniciativa de Adriano Olivetti, que heredó la empresa de su padre, Camillo, quien la fundó a principios del siglo XX. Adriano, nacido en 1901, era un hombre de negocios de una enorme sabiduría poco común y muy propicio al Humanismo. Fue autodidacta en planificación urbanística y leyó una amplísima cantidad de la literatura del momento sobre arquitectura y urbanismo. Contrató a diseñadores famosos para que trabajaran en sus productos, muchos de los cuales se convirtieron en iconos del diseño, como fue el caso de la máquina de escribir Lettera 22, de 1949, o el ordenador central Elea 9003, de 1958. Olivetti, aunque cristiano y socialista devoto, se mantuvo distante de los dos principales partidos políticos que ocuparon ambos extremos en la Italia de mediados de siglo, los democristianos y los comunistas. No obstante, sí fundó su propio partido político en 1946, Il Movimento Comunità, que tenía como objetivo trasladar el poder a las diversas clases sociales y crear una comunidad más democrática y amplia, y de hacerlo lejos del clientelismo y la burocracia que habían promovido hasta entonces los partidos políticos italianos. Con esta fundación, pues, marcó un nuevo curso no solo para el país, sino para toda la era contemporánea. A pesar de que

Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.

Más de T Magazine SPAIN

T Magazine SPAIN1 min. leídos
Ecos Del Pasado
LISBOA ERA UNA CIUDAD reducida a escombros en 1775. Un devastador terremoto, al que siguió un tsunami y un incendio –el seísmo se produjo en la mañana del Día de Todos los Santos, cuando miles de velas llameaban en las iglesias–, destruyó la mayoría
T Magazine SPAIN2 min. leídos
Cocina Abierta
LA PAREJA QUE ESTÁ DETRÁS de Green River Project, un colectivo de mobiliario conceptual, se conoció hace dos años cuando trabajaba en el mundo del arte neoyorquino: Aaron Aujla era pintor y asistente de un artista, y Benjamin Bloomstein era artesano
T Magazine SPAIN2 min. leídosComputers
Diseño Que Cambia La Vida
Tres alumnos del Título Superior Oficial en Diseño de Producto del IED Madrid han decidido poner en práctica todos los conocimientos adquiridos en la escuela que los ha formado y han concebido tres piezas únicas con el fin de mejorar la vida de las p

Libros y audiolibros relacionados