Alto talento
Es en Palais Royal o no es en ningún otro lugar”. Manolo Blahnik tiene una manera contundente de afirmar las cosas, un aplomo que se combina a la perfección con una voluntad férrea. A los 76 años, este creador de culto entre los diseñadores de zapatos, elegido por las mujeres que aman las alturas, se lanzó a la aventura de la primera parisina. “Esperé mucho tiempo porque quería que estuviese acá, debajo de los arcos de este jardín fabuloso. Para mí es un lugar muy especial; representa la belleza intrínseca de París. Lo descubrí la primera vez que vine, en 1961. Hice el viaje en auto desde Ginebra en el 2CV de unos amigos. Fue un trayecto muy poco confortable. ¿Todavía existen los 2CV?” Instalado en Francia desde 1965 hasta 1969, guarda y mirábamos a los que pasaban. Tenían un estilo exquisito y ya no es así. La gente no se sabe vestir”. Un relato franco de alguien que fue parte de la escena de la época. “Mi memoria de París está ligada a las personas que fui encontrando, muy seguras de sí mismas y a la vez rupturistas. Françoise Sagan, Charlotte Aillaud –la hermana de Juliette Grécouna mujer estupenda. Cuando me mudé a Londres a comienzos de los 70, seguía viajando a París casi todos los fines de semana”.
