CAMBIA EL NEGOCIO DE LA MOVILIDAD
EL CONGESTIONAMIENTO VIAL, la pérdida de tiempo y la baja productividad debido al estrés, los accidentes o el desorden en el espacio público aderezado con contaminación atmosférica han sido una constante en el tránsito de la Ciudad de México. Ya es una característica propia de la capital del país. ¿A qué se debe este distintivo no querido por los capitalinos? “La existencia de sistemas de transporte público desconectados, ineficientes, incómodos, inseguros y contaminantes, además de un modelo que favorece el uso del automóvil particular”, asegura Fernando Páez, director de operaciones del World Resources Institute (WRI) México.
¿De qué tamaño es el problema? Para 2030 habrá 70 millones de vehículos privados en el país, lo que representa un crecimiento de más de tres veces con relación a 2009, según los datos ofrecidos por el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP).
Mientras que 47 % del presupuesto de movilidad es invertido en infraestructura para automóviles, solo 1.2 % llega a infraestructura para transporte público.
“Estamos viviendo los resultados de decisiones tomadas en los últimos 60 años de un modelo basado en el (favorecimiento del) automóvil que hizo que se convirtiera en el bien de consumo más preciado”, explica Javier Hidalgo, diputado federal de Morena, que tiene el tema de movilidad en el centro de su agenda.
Además, hay un costo escondido tanto para los gobiernos como para los usuarios. En el país se pierden 94,000 millones de pesos (mdp) al año debido a la congestión vial, de los cuales más de la mitad corresponde nada más al Valle de México. Es decir, la población
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