Puse a prueba la nueva tendencia sexual de no tener orgasmos, y creo que me gustó.
Algo gracioso ocurrió cuando mis piernas estaban a la altura de mi cabeza, y mi novio listo para penetrarme. Mientras me preparaba para este pretzel sexual, pregunté: “¿Esto es físicamente posible?”, y “¿es divertido?”, a lo que él respondió: “Pues sí, ¿no?”.
Mi novio y yo llevamos juntos ocho años, y nuestra vida sexual es digna de una película pornográfica. Lo hemos hecho en una lancha, en una alberca, de espaldas, en un columpio… una vez me comí una dona de
