ROBERT TAYLOR
Si te llamas Spangler Arlington Brugh no es extraño que a la hora de pretender construir una carrera en Hollywood acabes cambiándote el nombre por algo que tenga más gancho. Y así es como nuestro protagonista de este mes decidió que íbamos a conocerle y recordarle como cinéfilos con el nombre de Robert Taylor. Un nombre que, entre otras cosas, ha acabado por convertirse en sinónimo del galán de Hollywood.
No hace tanto que la generación de nuestros abuelos y padres –depende de la edad que calce quien esté leyendo estas líneas–, asociaban en el lenguaje callejero el nombre del actor –ojo, para este menester pronunciese todo seguido, Robertaylor– como sinónimo de atractivo masculino o galanura hollywoodiense estilo clásico. Se podía embromar así al vecino de físico menos agraciado o de poca elegancia de cualquier lugar diciéndole: “¡Estás hecho un Robertaylor!”.
Galanes de bigote y pistoleros zurdos
Valga como prueba del eco que había alcanzado el actor en esto de lucir palmito en la pantalla grande, ocupación en la que por otra parte contaba con nutrida competencia por parte de otros astrosmasculinos. Frenteaél, compitiendo por brillar en las marquesinas y triunfar a la hora de ganarse el afecto de mayor número de seguidoras y seguidores, tenía a Clark Gable –su principal competidor, llamado también alternativamente en las calles de barrio modesto español “Caracable”– y a Errol Flynn –al que un vecino de edad provecta de quien esto escribe, tristemente ya fallecido pero en vida gran seguidor de este actor y de las novelas del Oeste de Marcial Lafuente Estefanía, se empeñaba en llamar “Rolflyn”, afinado ejercicio de contracción del nombre artístico del interfecto y posterior traducción al lenguaje popular–, dos señores de bigotillo en ristre y gomina en la testa que frecuentaban papeles de galán como nuestro protagonista de este mes.
Taylor, Gable y Flynn eran en realidad variantes de modelos de galán previos que en un momento u otro habían triunfado en la pantalla en la etapa del cine mudo. Me refiero concretamente a otros señores de bigotillo en ristre y gomina en la testa como John Gilbert, John Barrymore, Ronald Colman, William Powell, Douglas Fairbanks o el sueco Nils Asther, al que se conocía en aquellos tiempos del cine silente como “el Greta Garbo masculino”. Taylor junto a Greta Garbo, “la Divina”, de Alejandro Dumas y que le
Spangler Arlingon Brugh nació el 5 de agosto de 1911 en Filley, Nebraska, y falleció a una
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