La otra cara de PACO RABANNE
o sexy ha sido parte del ADN de la marca Paco Rabanne, cuyo fundador, del mismo nombre, sublimó su amor por la arquitectura, a través de su primera colección Unwearables, en 1966, con 12 vestidos imponibles en materiales contemporáneos, e hizo historia. Sus primeras creaciones confeccionadas con lentejuelas, aluminio y fueron toda una revolución y, desde entonces, la firma nos ha acostumbrado de Cristóbal Balenciaga y después se inició, por su cuenta, al vender botones de plástico a marcas como Givenchy, Dior y Balenciaga. En 1966, abrió su casa de moda con lo que se integró en la era futurista representada por sus contemporáneos: Pierre Cardin, André Courrèges, Rudi Gernreich e Yves Saint Laurent. Para el 2013, después de 14 años de que Rabanne se retirara elegantemente de su casa de moda, la dirección creativa fue cedida al joven Julien Dossena quien, por coincidencia, venía de trabajar con Balenciaga, bajo la dirección de Nicolas Ghesquière. Desde entonces y hasta la fecha, la ha reencontrado un camino que muestra el espíritu revolucionario de su fundador y la fabulosa transformación de las piezas icónicas a prendas ponibles y deseables por toda .
