Navidad sangrienta
Directoras fantásticas
Cuando William Friedkin () es interrogado sobre cuál es su director favorito actual, este responde que es la realizadora Kathryn Bigelow. Y es que las directoras, como Sophia Takal (y otras como las hermanas Soska o Jennifer Kent), hace ya tiempo que están pidiendo su merecido lugar dentro del cine de género. La mencionada Kathryn Bigelow ha facturado una de (1987), y una de la cintas de ciencia ficción más poderosas de los años noventa, (1995), pero ha habido otras antes y después de ella: Barbara Peeters trabajó con Roger Corman y para él rodó (1980), sobre unas criaturas marinas que provocan la desolación por donde pasan. (1982) fue la propuesta de Amy Holden Jones, con una fiesta de pijamas alterada por la aparición de un psicópata asesino. Rachel Talalay adaptó el cómic (1995), protagonizado por una muchacha que tiene que sobrevivir en un mundo postapocalíptico, y antes hizo (1993), de un criminal que comete sus asesinatos por vías cibernéticas, tras rodar una de las entregas de la saga de : (1991). Mary Lambert nos aterrorizó con la adaptación de la obra de Stephen King (1989), sobre un antiguo cementerio indio en el que se puede revivir aquello que haya muerto. Mary Harron adaptó en 2000 la novela de Bret Easton Ellis , con un Christian Bale desatado como Patrick Bateman, y en 2005 rodó el de la por excelencia, . Mimi Leder presentó en 1998 la catastrófica . Y también dentro de la ciencia ficción más apocalíptica, Lynne Littman rodó (1983), la historia de una localidad estadounidense cuya población desaparece sin remedio como resultado de un ataque nuclear.
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