EL DRENAJE LINFÁTICO MANUAL
UN EXCELENTE MÉTODO TERAPÉUTICO
Corría el año 1932 en pleno corazón de la Riviera francesa. En la bella ciudad de Cannes, dos ciudadanos daneses, el Dr. Vodder y su esposa Estrid trabajaban como fisioterapeutas y masajistas. La mayor parte de sus pacientes eran ingleses que se sometían a una cura climática tratando de vencer los resfriados crónicos que tanto les aquejaban en su país de origen.
Una simple pero cuidadosa observación llamaba continuamente la atención del matrimonio Vodder: todos ellos presentaban los ganglios linfáticos del cuello notablemente aumentados de tamaño.
Si bien otro insigne danés, el anatomista Thomas Bartholin (1616-1680) ya había descrito en pleno siglo XVII el sistema linfático como un todo y había reconocido en él a un «sistema natural de limpieza y riego», lo cierto es que la linfología (ciencia que se ocupa de la linfa y el sistema linfático) es una ciencia del siglo XX, desarrollada de forma relativamente reciente.
UN PASO DECISIVO: ROMPER UN TABÚ
En el año 1932 el sistema linfático era todavía una no sólo para los masajistas, sino incluso para los médicos. El concepto más generalizado de entonces era evitar su masaje o manipulación, ya que se pensaba que esto sólo podía acarrear problemas por la posibilidad de que se propagaran (por vía linfática) gérmenes patógenos y otros productos perjudiciales para la salud. Sin embargo, aquella opinión tan generalizada satisfizo poco al Dr.
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