¡Me han despedido, por eso meto ruido!
Este capítulo es una guerra, una manifestación, un caos. Perdón y de nada por la diversión.
Pero este capítulo es también el capítulo en el que se instalan tres mirillas. Nos preguntamos si se pueden poner tres mirillas en la realidad.
¿Quién traiciona a quién? Son varias traiciones las de Érase una traición.
Emilio se instala en la acera porque lo han despedido y por eso mete ruido.
Tenemos un debate feminista con la pelea de Natalia y Lucía y si es original o no tirarse de los pelos por un tío o por dos. Y un debate también sobre Natalia, que nos peleamos preguntándonos si hace o no de tía tonta.
Adri nos habla también del especial que vino después que es como una especie de visita guiada por el edificio con tomas falsas. En el que también aparece Lourdes.
Nos encanta el momento Fernando y Diego siendo amiguísimos, se transforman completamente en heterosexuales. Nadie se acuerda de que Fernando vive en Londres.

Las consumiciones se pagan en el acto - ya, pero es que tú y yo el acto no lo vamos a hacer nunca.


La primera fashion victim de la historia, previa a Magüi, es Marisa.
"Qué mona voy yo ahora siempre"

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