La gran enfermedad que nos arrasara a estas alturas del siglo 21 es la ignorancia con la consecuencia que ello conlleva. A estas alturas de la vida no podemos ir arrastrando patrones de vida de nuestros antepasados, formas de pensar desfasadas totalmente provocando que las personas no acaben de evolucionar. Esto viene a colación al auge existente que hay con la mala praxis al usar las energías de la naturaleza y en este caso estamos hablando de la magia. La magia, palabra evocadora cargada de misterio y que de misterio tiene bien poco ya que es una realidad su existencia y el mal uso que se está realizando. Estas energías mal utilizadas desembocan en lo que es conocido como magia negra donde el oscurantismo y la ignorancia se entremezclan con el consiguiente perjuicio que puede provocar.