Todo cristiano debe ser un ganador de almas. Por ganador de almas, hablamos de ser uno que lleva el mensaje del evangelio a los perdidos, y les guía a los pies de Cristo para que crean en el cómo su salvador (Prov. 11:30). No hay más grande gozo que ver a gente venir a Cristo – y todo creyente debe ser un ganador de almas.
S. Juan 20:21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. 
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