¡Hoy compartimos testimonios impactantes de cómo el Espíritu Santo está obrando en nuestras vidas!
Cada día recibimos cartas y notas de apoyo, como estas de Medford, Oregon y Indio, CA, que nos llenan de alegría. Gracias por estar con nosotros en esta misión de llevar el mensaje de Dios a todos los rincones.
Los testimonios que llegan desde diferentes lugares nos demuestran la obra poderosa de Dios en situaciones difíciles y desesperadas. Vemos cómo el Espíritu Santo libera, sana y cambia vidas de una manera sorprendente.
El poder del Espíritu Santo nos capacita para enfrentar cualquier batalla espiritual, como lo vimos con la mujer de San Diego que fue liberada de espíritus suicidas y depresivos. ¡Dios la rescató y la sanó!
Incluso aquellos que estaban involucrados en prácticas ocultas, como la mujer de San Diego, experimentaron el toque poderoso del Espíritu Santo, llevándolos a una transformación radical en Jesús.
El Espíritu Santo también trae sanidad y libertad a aquellos que están enfermos o enfrentando situaciones difíciles, como la mujer con el tumor en su estómago y la persona con ataques de pánico. ¡Dios es el gran Sanador!
Queridos amigos, estos testimonios son una confirmación del poder sobrenatural del Espíritu Santo. Es Él quien nos da salvación y nos llena de Su presencia y amor.
En esta emocionante jornada, recordemos que la obra del Espíritu Santo no termina en nuestra salvación; también nos empodera para ser testigos valientes y efectivos de Jesús en este mundo. ¡Somos llamados a compartir la Buena Nueva de la salvación!
Así como los discípulos recibieron al Espíritu Santo en Pascua y fueron llenos de paz y gozo, también podemos experimentar Su poder transformador en nuestras vidas. Al recibir el Espíritu Santo, recibimos un nuevo nacimiento y nos convertimos en una nueva creación.
El Espíritu Santo quiere obrar en nosotros de manera poderosa, dándonos todos los dones y herramientas que necesitamos para cumplir Su propósito en nuestras vidas. ¡Somos llamados a ser vasos dispuestos para Su uso!
Así que, amigos, abramos nuestros corazones y dejemos que el Espíritu Santo fluya en nuestras vidas. Busquemos una experiencia más profunda y plena con Él. ¡Desechemos toda apatía y abramos las puertas para que el Espíritu Santo tenga libre acceso en nuestras vidas!
Que el poder del Espíritu Santo nos guíe, nos fortalezca y nos capacite para llevar el mensaje de salvación a todos los que necesitan escucharlo. ¡Que Dios continúe trabajando en y a través de nosotros hasta el regreso glorioso de nuestro Señor Jesucristo! Bendiciones abundantes