Esta oración de la mañana es una expresión de gratitud hacia el Creador por regalarnos un nuevo día. Actúa como una brújula espiritual, solicitando la guía divina en todas nuestras decisiones y acciones a lo largo del día. Además, invoca el amor protector de Dios, pidiendo que nos rodee y nos acompañe en cada paso que demos. ¡Es un hermoso recordatorio de la constante presencia divina en nuestra vida cotidiana!