En este podcast hablaremos cómo es que Eliseo ayudó a dos mujeres: una viuda pobre (2 Re. 4, 1-4) y una mujer rica (2 Re. 4, 8 - 15).
Me sorprende mucho la segunda historia. Esta mujer rica simplemente se portó como buena persona con Eliseo y su ayudante, los hospedaba y les daba de comer cada que pasan por Sunem, su pueblo. Eliseo quiso recompensarla, y sin que ella se lo pidiera, le anunció que ella y su esposo iban a tener un bebecito. La mujer no se lo creía, pero el milagro pasó. El gran problema vino después, cuando el niño enfermó y murió. Eso ya no lo contamos en este podcast, la mujer le reclamó a Eliseo, le dijo algo más o menos así "yo no te pedí un niño, porque justo no quería sufrir, y ahora que tú me lo diste sin yo pedírtelo, me lo has quitado".  ¡Qué fuerte! ¿No? Muchas veces preferimos no sufrir y cerramos nuestro corazón, pero ¿qué creen? Cuando cerramos nuestro corazón al sufrimiento, a fuerza lo cerramos también al amor.  El poeta inglés Alfred Tennyson dijo "mejor haber amado y perdido, que jamás haber amado". Los planes de Dios para nuestra vida son PER-FEC-TOS, así es que no dudemos en siempre decir que sí al amor de Dios y sus bendiciones. 
¿Quieren saber qué pasó con el niño de la sunamita?  Eliseo le pidió al Señor el milagro de que el niño reviviera. Y así pasó. ¡Dios es bueno!