A comienzos del siglo XX se producen tímidos intentos de reformas, pero tras el fracaso, las fuerzas políticas que habían quedado fuera del sistema cobran un fuerte auge. Por un lado encontramos el republicanismo que estaba fragmentado en varias tendencias: una el Partido Radical y otra el Partido Reformista. Por otro tenemos el nacionalismo catalán y vasco, dentro del catalán destaca la formación de Solidaridad Catalana y la consecución de la Mancomunidad de Cataluña; en el PNV tras la muerte de Sabino Arana se abre paso la vía autonomista que hará que el partido aumente su base social.