En la primera “tirada” donde obtuvo las seis líneas y el hexagrama, Carl Jung obtuvo “dos líneas mutantes”.
El hexagrama “tendencial o complementario”, el que aparece cuando hay líneas mutantes.
Su misión complementa el escenario o cuadro de situación que te muestra el hexagrama “principal o primario”, es decir, el que sale dibujado cuando realizas tu consulta.
Las líneas que mutan tienen sentencias propicias que te confirman y afianzan en una posición y acción y también líneas que te dan con un palo por la cabeza.
Otras son más suaves y son advertencias, para que rectifiques o para que estés alerta de no caer porque son situaciones difíciles de sostener sin error o daño.
Pero ambos hexagramas crean una figura en conjunto porque la cosa que se consulta está en mutación ya que, de no estarlo, sale un hexagrama sin líneas de mutación.
Las líneas mutantes, su dictamen, te dicen cómo es que está mutando..
Juzguemos el relato…