En esta tercera y ultima parte de la reflexión del libro de Job, tocaremos el encuentro de Job con Yahvé pero también veremos ese encuentro con un personaje que viene de la nada llamado Elihú.
Job y sus amigos estuvieron un gran tiempo de este libro de sabiduría tratando de encontrar la razón del sufrimiento de Job. Pero exactamente eso, buscando desde la razón.
Las ultimas palabras de Job son “a Shaddai le toca responder”, Shaddai en hebreo es uno de los nombres que se le da a Dios. En otras palabras, a Dios le toca responder. Ya Job se canso de tratar de buscar significado a lo que le sucedió y decide callar y esperar a ver si Dios le contesta.
Pero llega Elihú y usa ante Job sus mismas palabras y le dice - Job 33, 8-14. ¿Nos molestamos cuándo la respuesta que se nos da no es la que queremos? Elihú da el mismo argumento que los demás: “Dios es justo” y como es justo “Dios gobierna al mundo con justicia” pero la conclusión que nos da Elihú es : Dios utiliza ese sufrimiento para el crecimiento de nosotros o para mostrar un gran valor para nuestra vida.
Inclusive Elihú le sigue refutando a Job y le dice, Job 35, 5-14
Pero Job no tiene parlaras para refutarle a Elihú, pero tampoco hubo tiempo para ello porque el Dios, el Shaddai se hace presente por medio de una tormenta. Dios lleva a Job por un recorrido y le llena de preguntas, como por ejemplo Job 38, 3-10, 12-15. Dios le hace ver detalles del diario vivir que nosotros no nos damos cuenta, pero Dios sí. Conoce todo íntimamente, el le pone atención a la belleza y al funcionamiento del universo en maneras que jamas habíamos pensado y lugares que jamas veremos.
Para Job Dios no es justo pero la perspectiva de Dios es infinitamente mayor, el interactúa con la complejidad del universo cuando toma sus decisiones. Esto es a lo que el llama su sabiduría. Esta presentación de Dios deja a Job en una condición de humildad, el nunca supo porque sufrió pero es capaz de vivir en paz.
Dios le devuelve todo lo que perdió y más, pero no es una prueba de que sepas recompensado si pasas la prueba. El libro nos debe aclarar que lo que le paso a Job no era un castigo y por lo tanto no era una recompensa. Ahora Job sin importar lo que venga sea bueno o malo puede confiar en la sabiduría de Dios.

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