El Gran Premio de Italia estuvo marcado por el desgraciado accidente que acabó con la vida del joven piloto suizo Jason Dupasquier y el debate abierto sobre si debía o no seguir el espectáculo tras conocerse la triste noticia.



En la pista, Fabio Quartararo completó un fin de semana impecable, poniendo de relieve tanto su crecimiento como piloto en todos los aspectos, como el de la Yamaha, que en sus manos ha vuelto a ser la moto imbatible de hace unos años.



Una tendencia al alza que contrasta con el desnortado deambular de Honda en el campeonato de MotoGP. La lenta recuperación del campeonísimo Marc Márquez sigue, al que HRC lleva casi un año esperando, ha dejado en evidencia cierta falta de capacidad de reacción de la fábrica japonesa.



El primer podio de KTM con Miguel Oliveira, el carrerón de Joan Mir y las tribulaciones de Dirección de Carrera con los excesos en los límites de la pista también protagonizaron un fin de semana en el que Ducati, que partía como la gran favorita en la previa, se fue de vacío en su carrera de casa.