Los héroes sin capa sí existen. Hay unos que logran arreglar la tele antes de un partido, quienes sin pedirlo traen cervezas para todos y los amigos que te cuidan durante la borrachera. Pero ¿qué pensarías si te digo que un hombre detuvo una guerra nuclear? Esta es la historia de Stanislav Petrov, quien literal, salvo al mundo de una catástrofe pero que será más recordado por convertirse en un Crack.