Solventar la falta de órganos para aquellos pacientes que necesitan un trasplante es un desafío imposible con la tecnología actual. Por eso se está desarrollando una nueva medicina de vanguardia, una que explora desde la impresión biológica de tejidos a partir de células del paciente al uso de órganos procedentes de animales transgénicos.
NO HAY ÓRGANOS PARA TODOS
A nivel global solo se cubre una décima parte de la necesidad de trasplantes de órganos. Aunque la envergadura del problema varía en función del país y el órgano necesario, esta escasez tiene graves consecuencias: muchas personas fallecen antes de recibir el órgano que necesitan y, entre los trasplantados, muchos llegan a la operación tras haber pasado años en una lista de espera.
Por si esto no fuera suficiente, en algunos países los datos indican que la demanda de órganos está creciendo al mismo tiempo que disminuye la cantidad de posibles donantes. Por ejemplo, en el Reino Unido la necesidad sube cada año un 1% mientras que la disponibilidad baja un 1-4% anual. Se cree que, en parte, este declive se debe a factores como el envejecimiento de la población o la obesidad, ya que ambos afectan negativamente al resultado de los trasplantes.