de historia esta ha sido la primera vez que AutoBello ha salido de la península, aunque sí se han celebrado ediciones fuera de nuestras fronteras (Cascais y Andorra). Ha sido por tanto el debut del evento en una isla española, y el resultado ha superado las mejores expectativas. La convocatoria despertó mucho interés entre los aficionados locales, que acudieron con automóviles magníficos no solo de Las Palmas, sino que muchos coches llegaron desde Tenerife y algunos también de Fuerteventura. En este sentido hay que destacar la presencia y el apoyo de los socios del Club de Automóviles Clásicos Canarios,blico en el bolsillo con los modelos de los años 20 y 30, los más espectaculares sobre la pradera. Nos referimos al Bentley Blower recreación, al Cadillac de 1931, al Rolls-Royce 25/30 de 1938 y al Chrysler de 1936 con su carrocería Carlton Carriage de aluminio, que le hace único. Este automóvil perteneció al padre de Mario Domínguez, quien lo ha restaurado al máximo nivel, y conserva su matrícula original de Tenerife. El benigno clima de las islas también ayudó al desarrollo de la jornada con sol, una agradable brisa que llegaba desde las cercanas dunas y la cerveza Mahou hecha en Canarias, casi tan imprescindible en AutoBello como el caballo de Baracca o la yegua de Stuttgart.
