HACE UNA DÉCADA, EL CANTANTE ROB DICKINSON consideró cerrar Singer, su negocio centrado en reinventar el Porsche 911. “Habíamos hecho 13 o 14 coches y la gente decía cosas muy positivas. Pero los pedidos iban llegando poco a poco, eran coches tremendamente caros de restaurar y modificar y estábamos perdiendo dinero con cada uno de ellos”, revela. “En 2014 o 2015 dije: bien, ¿por qué no nos rendimos?”.
Afortunadamente Dickinson no tiró la toalla. De hecho, en la década posterior, ha redoblado su apuesta al incorporar al emprendedor tecnológico Maz Fawaz como CEO y director ejecutivo. Fawaz “apareció en el aparcamiento en 2010 con una muy buena réplica de 993 RS, haciéndose pasar por un cliente”. Juntos han aumentado la fuerza laboral de siete personas a seiscientas veinte y, al mismo tiempo, han ampliado drásticamente la base de clientes de Singer.
Hasta hoy Singer ha restaurado y mejorado ya más de trescientos ochenta 911's, que normalmente cuestan desde 900.000 dólares, más el automóvil tomado como base y los impuestos. Lo más llamativo es que ciento cincuenta de ellos se completaron solo en el último año. Hay que destacar también que tienen instalaciones en California (donde modifican el Classic Study y el Turbo Study) y en el Reino Unido, donde modifican el DLS y el DLS Turbo. Además, ejecutan programas de desarrollo según los estándares TÜV en colaboración con suministradores de componentes de primer nivel como Michelin, Bosch, Brembo o Mahle.
Llegamos al centro de pruebas para vehículos de Millbrook (Bedfordshire, UK) una mañana húmeda y fría. En el interior de una nave se encuentran los coches que se utilizan para evaluar los Turbo Study y DLS