«A mí el deporte me quitó una pierna, pero, aun así, el balance me da positivo. Hoy no me cambiaría por la Desi de hace nueve años», afirma sin atisbo de dudas Desirée Vila (Gondomar, Pontevedra, 1998), atleta paralímpica por culpa de una negligencia médica que acabó en la amputación de su extremidad derecha. Hasta entonces su mundo había sido la gimnasia acrobática, aunque en un mal salto se rompió la tibia y el peroné. Después, un error en el diagnóstico la llevó al quirófano. «En aquellos momentos lo pasé muy mal, porque nadie me daba indicaciones claras, me sentí como una marioneta, fue muy duro. Mi mayor preocupación era si iba a poder seguir compitiendo, lo preguntaba todo el rato y nadie me daba respuesta. Ahora sé que mi vida corrió peligro, pero la falta de información me resultó angustiosa», cuenta esta joven vitalista al motivacional, está estudiando Relaciones Internacionales y tiene un novio que la adora. La guinda del pastel la pondrá –cruza los dedos–, el día 15 de junio, fecha de su cumpleaños y del anuncio de la clasificación para los Juegos Olímpicos de París. No hace falta decir cuál será su mejor regalo...
Más fuerte, más alto, más lejos
Dec 21, 2023
5 minutos
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