Leonardo García jamás solucionó a profundidad los problemas generados por su departamento desde 2014, a pesar de que su padre siempre le recomendó arreglar todo con la inmobiliaria.
Como si se tratara de una burla del destino, ante la muerte de don Andrés, Leonardo mencionó no tener aspiraciones a la herencia, pues gracias a Dios y a su trabajo, él contaba con un departamento y no necesitába nada; sin embargo,