Nadie habría podido imaginar lo que el destino le tenía deparado a Grace Patricia Kelly, quien nació un 12 de noviembre de 1929, en Filadelfia. Hija de un medallista olímpico y de una exatleta y elegante ama de casa, los sueños de Grace primero se cristalizaron en la pantalla grande, donde brilló desde el primer momento y alcanzó peldaños jamás imaginados por su familia: obtuvo el premio Oscar en la categoría de Mejor actriz, por su papel en la cinta The Country Girl, allado de Bing Crosby. Y después un encuentro fortuito daría a su vida un giro de 180 grados, pues la joven de clase alta de Pensilvania, Estados Unidos, se convirtió en princesa y tras su trágica muerte, en leyenda.
Grace Kelly es la expresión eterna de clase y estilo. El legendario director de cine Alfred Hitchcock