Ay, qué triste es ver vencido a don Quijote, agotado por su propio fracaso: nada cambia, todo permanece. “Hazme un sitio en tu montura, caballero derrotado, hazme un sitio en tu montura, que yo también voy cargado de amargura y no puedo batallar”, cantaba Serrat. Y a este canto se siguen sumando poetas, exiliados, despatriados, insumisos, desheredados de un mundo que apenas cuenta con un mínimo de selectos ciudadanos que antes quemarían libros como este, absolutamente revolucionario y, ahora, liberado.
Hay quien piensa que lostiene desperdicio, y que la narración es perfectamente inteligible. Si alguna palabra o expresión no se entienden a la primera, son siempre fácilmente deducibles del contexto, y esto es un atractivo añadido de la lectura”, explican desde la editorial Blackie Books, responsable de esta nueva edición. En cuanto a la longitud, ofrece dos posibilidades de acceso: “Por un lado, en el volumen impreso se han omitido las historias intercaladas y algún capítulo de menor interés. Los fragmentos suprimidos se han sustituido por un resumen que permite seguir el hilo. De la selección se ha encargado el cervantista Agustín Sánchez Aguilar. Por otro, el al que se accede a través de un código QR da acceso al texto del en su integridad”.