«Tenemos la responsabilidad de vivir siendo felices, generosos con nosotros mismos y con los demás, comprometidos con nuestra existencia, y hacerlo con esperanza y con humor. Ese es el mejor consejo que os puedo dar». Plenamente conocedora de que su vida tiene mucho de extraordinario y que los privilegios también conllevan deberes, la actriz Anne Hathaway (Nueva York, 1982) compartió con nosotros esta reflexión al ser de la marca Shiseido. Una conversación sincera donde la ganadora de un Oscar, un Globo de Oro y un Bafta por su interpretación en dio algunas pistas de por qué es una de las actrices más queridas y admiradas por crítica y público: es profesional, cercana y muy natural. «Trabajar con Shiseido es un sueño, ha habido una conexión perfecta desde el primer momento. Se nota que estamos en la misma onda y eso ha hecho que todo fluya mucho mejor y más rápido. Recuerdo que en uno de los que mantuvimos hace unos meses yo tenía justo detrás de mí una lámpara que compramos mi marido y yo hace diez años y, según me movía, mi cabeza y mis brazos iban creando un juego de luces y sombras –es posible que la cámara de mi ordenador portátil no estuviese muy limpia, pero eso es un tema aparte–Parecerá irreal, pero todos los que asistimos a la reunión estuvimos de acuerdo en que este juego de intensidades tenía que estar presente en el que íbamos a grabar». Y así fue, un anuncio que comienza en blanco y negro donde el resplandor de la luz ocupa un lugar coprotagonista junto a Anne.
