Estábamos ante la edición 16º del festival. Un festival que ya se considera de los grandes a tenor de todos los parámetros en los que se evalúa a un festival: Cartel, servicio, afluencia, cantidad de escenarios, propuesta musical, etc… Para muchos, como en otros festivales, Hellfest significa disfrutar de una larga lista de bandas incluso sufriendo algún que otro doloroso solape y sobre todo ver a bandas difíciles de ver fuera de las grandes capitales y circuitos. Debido a estas bandas, se ha notado un incremento de asistentes curiosos solo movidos por algunos cabezas de cartel de los escenarios principales, en vez de verdaderos fanáticos de las diversas corrientes del metal que contrariamente no salen del altar o temple. El recinto del festival ha experimentado cambios. Zonas tan importantes como el merchandising ahora denominado el "Santuario", aunque ha incrementado su tamaño no ha sido capaz de reducir las largas colas. También el escenario Valley se ha movido y descubierto a una zona más remota al lazo de War Zone lo que ha convertido en más cuello de botella este acceso a los dos escenarios. La parte de acceso del Altar y el Temple sigue siendo un embudo a partir de cierta hora cuando empiezan a tocar las bandas de renombre. Ese pasillo deber ser mejorado urgente.
Ciertas comodidades de una dimensión más pequeña a veces se extrañaban como las colas en las barras o la movilidad entre escenarios a partir de ciertas horas. A pesar de los retos logísticos, el espíritu escenarios, el metal resuena con fuerza y asegura que la esencia del Hellfest perdure. El Hellfest podría considerarse 2 festivales en 1. Un primero pensado para público y “turistas” y otro para ávidos de música más extrema y descubrimientos.
JUEVES 15/06/2023
Ganas de estrenarse en esta nueva edición, saludar conocidos y habituales. Por ello temprano acceso al recinto e intentar ver las aperturas de los escenarios. Cuando están a punto de cumplir 10 años en los escenarios, los franceses Aephanemer fueron los responsables de inaugurar el Altar. En plena gira de su tercer trabajo, A “Dream of Wilderness”, deleitaron a un público totalmente entregado. Este grupo, que cuenta con una de las mejores voces femeninas del death metal (con toques sinfónicos), se marcaron un gran bolo para ir haciendo boca de lo que acontecería en los próximos cuatro días. Los franceses pasaron el testigo a los norteamericanos Imperial Triumphant. En mi opinión, se trata de una propuesta difícil de entender. Una mezcla de jazz con ritmos entre death y black y poca conexión entre los temas.do Todo ello fruto de la filosofía yanki donde premia la fusión de estilos más que una coherencia musical. Posiblemente la hora en que se los programó tampoco acompañó en exceso. Ya sabéis que a según qué horas las cosas de se ven de otro color.
Siguieron la velada, el y el Brilló con luz propia la nueva bajista Vasiliki Biza, siendo una de las sorpresas más agradables de esta edición, dándole profundidad al grupo y haciendo que “At Night We Prey”, trabajo que tocaron íntegramente, sea uno de los mejores álbumes de la extensa discografía de esta banda griega.