La sombra del totalitarismo soviético se alarga en determinados autores de varias generaciones que lo padecieron en sus carnes, reflejándose en obras de trasfondo grave. Uno de ellos fue Milan Kundera –hijo del pianista Ludvik Kundera–, del que se recuperó en fechas recientes un par de textos en Un occidente secuestrado. La tragedia de Europa Central. Se trataba del discurso que dio ante el Congreso de Escritores de 1967, titulado «La literatura y las pequeñas naciones», en el que defendió la libertad creativa de los escritores, y de «Un Occi dente secuestrado» (1983), en que analiza cómo quedó el continente después de la Segunda Guerra Mundial: compuesto de la Europa occidental, la Europa oriental y «esa parte de Europa situada geográficamente en el centro, culturalmente en el Oeste y políticamente en el Este, la más complicada de las tres».
Para el autor checo, allí