CUÉNTANOS POR QUÉ…
Siempre me había ilusionado correr el maratón de Nueva York, aunque nadie se lo creía. En Mi premio: el batido de fruta después de una tirada larga. Estar fuerte en cuádriceps me ha salvado de muchas lesiones. Vuelta a la calma, experimentar la sensación de felicidad después de realizar un buen entreno. Líder ganador. No me gusta perder, no lo soporto. La maratón me ha enseñado a trabajar un aspecto muy importante para el liderazgo, como es la humildad. El café después de entrenar es sagrado. La cerveza la dejo para otros momentos. Abrazo y medalla en mayúscula.