No deberías perdértela: Thirst (Sed)
a vida de Kate (Chantal Contouri) sufre un vuelco, puesto que se convierte en víctima de una hermandad de vampiros que la somete a un tratamiento para que acepte lo que en realidad es, una vampira de origen noble, descendiente de la Condesa Sangrienta, y cuyo destino es unirse a otra familia de alto abolengo dentro de los chupasangres. Tras un primer intento y viendo que Kate sigue llevando una vida normal con su novio Derek (Rod Mullinar), esta sociedad secreta con miles de miembros en todo el mundo decide acelerar el proceso y es secuestrada y llevada a una granja factoría (con visitas incluso de vampiros de diferentes lugares del planeta para conocer las instalaciones), en la que comparte estancia con muchas otras personas, que resultan ser ganado del que se extrae sangre, que tras un proceso purificador (para evitar cualquier transmisión de enfermedades) se envasa en briks para consumirse), intenta aparentar ser un filme estadounidense (pero la conducción por la derecha lo delata), con música de Brian May (), dirección de Rod Hardy () con Chantal Contouri (), el legendario Henry Silva (), David Hemmings () y parte del equipo interpretativo de la también terrorífica (1978), como es el caso de Rod Mullinar o Robert Thompson.