Las familias tóxicas se caracterizan por mantener relaciones familiares disfuncionales basadas en la sobreprotección, el abandono, la violencia o la proyección. Sus vínculos afectivos no están bien asentados para construir un verdadero núcleo familiar sano que aporte estabilidad, felicidad y seguridad a todos los miembros de la propia familia. Laura Rojas-Marcos, psicóloga y autora del libro La familia: de relaciones tóxicas a relaciones sanas, considera que“una familia tóxica es aquella en la que la agresividad, los chantajes emocionales, las humillaciones y las faltas de respeto forman parte de la vida cotidiana”.
Está ampliamente estudiado que esta disfunción en la forma de vincularse está directamente relacionada con la aparición de algunas enfermedades psicológicas y psiquiátricas, pero tratarlas es uno de los retos más duros para cualquier psicólogo porque vivimos en una cultura donde la familia es una institución cerrada y cualquier intento de terapia puede vivirse como una intromisión a su intimidad. “Todo tiene que quedar en familia”,